Me resisto a abandonar las vacaciones... tanto que el comentario de hoy en cierto sentido las rememora...
Estaba yo con mi actividad principal en agosto, tumbado al sol en la playa, cuando se arremolinó un gentío a unos metros. La gente miraba algo. Como soy curioso y no tenía nada mejor que hacer me acerqué, y, oh sorpresa, había un pez de dimensiones considerables que había sido arrastrado por las olas.
Yo que he visto muchos documentales de La 2, identifique el pez enseguida, era un Pez Luna. Un pequeño ejemplar que no alcanzaría los 200kg de peso. Ya había visto uno en el Oceanario de Lisboa, y el año pasado otro conservado en formol en una exposición en Gijón. Incluso en ese momento recorde el nombre científico Mola Mola, es de esas cosas que recuerdas con facilidad, recordaba que se alimenta de medusas, y algunas cosas más...
Sin embargo, aún creyendo conocer muchas cosas de animal, desconozco la absoluta mayoría de su forma de vida, comportamiento, etc... media hora después, como diría Sócrates ya era consciente de que no sabía nada.
Ese momento de creer conocer más que los demás, o de tener conocimientos suficientes sobre una materia determinada, nos pasa a menudo. Sólo hay que darse una vuelta por cualquier foro relacionado con el mundo del motor, siempre hay temas sobre seguros, y siempre hay alguien que cree conocer la respuesta acertada. Y verdaderamente cuando las respuestas son atinadas son acertadas, porque es cuestión de suerte...
Cualquiera cree saber suficiente sobre peces Luna o seguros. Yo tengo claro que si alguna vez tengo un problema con un pez prefiero que haya un biólogo cerca.
Ya sabes lo que dice el aforismo "todo reloj estropeado da la hora exacta dos veces al día".
ResponderEliminarHay quien ha acertado de pura chiripa o a quien un asunto le ha salido bien a causa de un error de bulto. Desgraciadamente ese éxito no hará más que confirmarle que está en el buen camino con lo que se afianza la probabilidad de que acabe mal. Muy mal.
Pero como todos hemos podido notar algunos tuvieron mala suerte el día que tocaba la rifa de cerebros y deberán conformarse con el resultado o... esforzarse un poquito más. Tal vez escuchando.
Saludos,
Pues sí, la casualidad o la suerte nos hace confiados, pero es solo casualidad o suerte. Y quién se da de bruces con la realidad la vergüenza no le deja reconocer y hacerlo público.
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