El viaje como alegoría de la vida es un lugar común al que acudir de vez en cuando, pero también lo es de la aventura empresarial, te contaré el cuento del viaje más importante de la historia en clave de empresa:
un genovés llegó a la costa de Portugal a nado tras el naufragio de un barco mercante provocado por un asalto corsario. Corría el siglo XV, y Portugal era la primera potencia mundial naval, un buen sitio para un mercader. Así viajó por el mundo conocido de Islandia a África, intercambiando, posiblemente, telas, especias... y cultura. En estos viajes se encontró a decenas de marinos con historias de sus viajes. Tendría conocimiento de las sabidurías de muchas gentes, ya estaba casi totalmente admitida la esfericidad de la Tierra, y a Cristoforo se le ocurrió proponer a su rey, el portugues Juan II, ir a las indias a por especias dando la vuelta al planeta cruzando el Atlantico.
A Portugal no le pareció interesante, quizá porque no quería saltarse el reciente tratado con Castilla de Alcáçovas, quizá porque sabían que estaban a punto de dar la vuelta a África y esa sería su gran ruta a Cipango. No obstante Juan II envió algunos barcos en secreto a hacer el intento por si el genovés tuviera razón. Fracasaron. El mercader entendió entonces que sería Castilla, propietaria de los derechos del Atlántico, y de las Islas Canarias, quién debería avalar su proyecto. Al genoves le habían contado que era desde Canarias el mejor lugar para encontrar vientos que le llevaran veloz. Pero el consejo real de Castilla desestimó la idea una y otra vez durante años. Probablemente hasta que Isabel y Fernando vierón que se quedaban sin ruta mercantil, y que Portugal estaba a punto de abrirla por África. Tuvieron que pagar todos los requisitos del marino, entre los que estaban el título de almirante de las tierras conquistadas, el de virrey, y el diezmo de toda la futura mercancía.
Este trozo del cuento lo sabes, viajó y llegó a la Isla de la Española, en el continente Americano, donde ejerció de virrey. Las mercancías de estos descubrimientos financiaron tres siglos de esplendor de la corona española. Pero entretanto, el que era gran marino, y gran comerciante, no se le daba tan bien ejercer de virey, terminó pidiendo a la Corona ayuda para gobernar, y acabó perdiendo este gobierno y casi cayendo en desgracia. Acabó haciendo un total de cuatro viajes: en el tercero por fín llegó a tierra firme en la desembocadura del Orinoco, y el cuarto, fue enviado a encontrar el paso por mar hasta Cipango (hoy Japón) pero no acertó con el.
Cuando quieres arrancar el viaje de una empresa no suele servir con el propio conocimiento, el intercambio de opiniones. de culturas diferentes, de especialistas en distintos campos se hacen imprescindibles, Colón contó con la ayuda de mentores que fueron marinos que le dijeron donde estaban las corrientes adecuadas, de matemáticos y astrónomos que le calcularon el tamaño de la circunferencia terrestre, de historias de quienes comerciaban muchos años antes que el.
Después es imprescindible tener cierta obcecación en la aventura, hoy diríamos “tener foco” en el objetivo, el genovés estuvo años intentando por todos los reinos que pudo sacar adelante su idea, y si se hubiera rendido a la primera, la segunda, la tercera… hubieran pasado decenas de años más con un continente por encontrar. También tuvo la capacidad de cambiar su ruta modelo, hoy decimos “pivotar”, dejar Portugal y centrarse en Castilla como socio. Y además es que el momento es importante, los reyes católicos aceptaron el viaje en Santa Fe, a las puertas de Granada solo unos meses después de que Boabdil entregara las llaves de la ciudad, con Portugal subiendo la costa al final de África por el Índico, y Colón camino de hablar con el rey de Francia.
Una valiosa enseñanza más sobre el valor del trabajo, casi nadie sabe calcular al principio cuánto debería ganar, Colón lo tenía claro, sus pretensiones fueron del 10% de las mercancías, y los cargos de Almirante y Virrey, y hasta que Isabel y Fernando no aceptaron no se firmaron las capitulaciones. Cargo este de virrey que le vino grande, y que por no saber delegar a tiempo tuvo que salir de malas maneras de La Española.
Esta historia nos deja también la enseñanza de que no sirve con saber que se puede, tienes que creerlo firmemente, Portugal no fue capaz de llegar a ningún sitio, les faltaba el empeño, creer, el conocimiento adquirido del intercambio cultural, y sobre todo el talento propio del genovés,. Colón murió poco después del cuarto viaje creyendo haber encontrado solo el camino al extremo oriente, desconocedor de que era un nuevo continente que llevaría a España a ser el gran imperio de los siguientes siglos en el que no se ponía el sol, pero su aventura, aún hoy, es ejemplo para todos.
Gracias tío grande, tú como el genovés, tienes mucho talento.
ResponderEliminarGracias a ti Jorge, por pararte a leerlo, por dejar un comentario... por ser tan buen tipo como buen profesional!
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