Hace un par de días me llamo la atención una noticia, alguien denuncia el falso robo de un móvil para cobrar el seguro y pagar una factura al taller. Llevamos tiempo con el manido asunto del aumento del fraude a los seguros, en aumento coincidiendo con la época de crisis. Qué si el 30% de aumento del fraude, que si el doble de instrucciones en los juzgados por estos delitos, etc...
Estoy convencido que la necesidad lleva a cometer estos fraudes, recuerdo hace muchos años una familia a la que cada año atracaban a alguno de sus miembros, y siempre coincidía el importe robado con la deuda que figuraba a la comunidad en el tablón de anuncios.
Pero además de la necesidad, quien comete estas estafas a las aseguradoras, lo hace con una sensación de ser el Robin Hood de uno mismo, quitando el dinero al malo para dárselo al pobre que mejor conocen, a uno mismo. Hace unos meses leyendo uno de esos datos del aumento de fraude en un diario nacional las decenas de comentarios de los lectores eran aterradores; todos del tipo "quien roba a un ladrón...", "más me roban a mi todos los años...", etc... Y esta es la opinión de las personas que leen prensa, no quiero ni pensar lo que opina la cantidad de gente que no se preocupa por abrir un periódico y saber que se cuece en el mundo. Este es el gran problema que las aseguradoras tienen por delante, ser capaces de cambiar la opinión que tiene el consumidor sobre ellas. Si me dan a elegir que prueben a intentarlo con hechos mejor que con publicidad.
Por lo tanto, la culpa de estos fraudes puede ser de la crisis que aumenta la necesidad de estos pequeños delitos contra aseguradoras, pero el problema de fondo es que se comenten pensando que se hace justicia.
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