La semana pasada apareció la noticia de la detención de 12 estafadores por denuncias falsas de robos de coches, y su posterior cobro de indemnizaciones de las aseguradoras.
El mecanismo era sencillo, compraban coches de alta gama, los aseguraban, los escondían, ponían una denuncia de robo, cobraban la indemnización de la aseguradora, y despiezaban el coche y vendían las piezas. Gran negocio.
Pero por esos azares del destino a alguien le parece raro alguno de estos robos y tirando de la cuerda llegan a una trama que ha conseguido cobrar ilícitamente medio millón de euros.
Pero no nos creamos que estos delincuentes, estafadores de aseguradoras, son bandas organizadas, no es muy extraño que a cualquiera se le ocurra la idea de sacar unos eurillos a la aseguradora.
Ayer detenían en Sevilla a un hostelero, que simulo un robo en el loca y denunció la desaparición de un ordenador portátil, un móvil, y 150€, que probablemente coincidía con la cobertura del seguro para efectivo...
A la Guardia Civil le chirrió el asunto, y al final pudieron comprobar que los objetos robados estaban aún en posesión de su legítimo dueño.
Es cierto que corre la idea de que es fácil timar a las aseguradoras, pero no son timos, son estafas y a veces, cada vez más a menudo, acaban dando explicaciones en los juzgados.
Via: El mundo y Europa Press
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