Unión. Todo el mundo habla de Unión. Unión para ser más grande, para tener más peso, para hacer lobby... para que la protesta sea escuchada. Unión para organizar las protestas, las quejas, pero también para ofrecer soluciones.
En el sector de la mediación de Seguros también se habla de la necesidad de unirse para hacerse más fuerte, más competitivo. No es una solución milagrosa pero las corredurías de seguros llevan años en esas, con distintos resultados. Estas diferentes asociaciones de corredores ayudan a sus integrantes a competir en mejores condiciones en momentos tan duros como estos. Sin embargo, los agentes de seguros no tienen esta posibilidad, no hay asociaciones de agentes, salvo las que existen como asociaciones de agentes de determinadas compañías.
Estas asociaciones de agentes no suelen ser del agrado de las entidades aseguradoras porque saben del poder que pueden tener, y en manos equivocadas pueden llegar a hacer mucho daño a la entidad si en vez de colaborar para mejorar, se convierten en sindicatos.
Sin embargo tenemos en nuestro sector un arma preparado para la defensa de los intereses de los agentes de seguros, un arma para que la protesta llegue y sea escuchada, un arma para quejarse cuando es necesario, un arma para ofrecer soluciones a los agentes y que lleva instalado en el sector decenas de años: el Colegio Profesional.
Los Colegios de Mediadores de Seguros son corporaciones de derecho público creadas entre otras cosas para la defensa de los intereses de la mediación en general, y por qué no, de los agentes de seguros. Las aseguradoras tienen buena relación en general con estos Colegios, porque entienden que son de ayuda en el sector y les interesa tener contacto con los mediadores. Desde los Colegios se resuelven a diario muchas confrontaciones entre mediadores y compañías aprovechando esta buena relación.
Al contrario de lo que ocurre en otros sectores la colegiación para los mediadores de seguros no es obligatoria, se puede ejercer sin estar colegiado, impensable para un abogado, un médico... o un administrador de fincas. Esta voluntariedad hace que los Colegios no se conozcan y que los agentes de seguros no puedan beneficiarse de sus servicios; y es que debemos ser realistas hay decenas de miles de agentes de seguros que hay autorizados en España y sólo unos pocos miles colegiados.
Los Colegios de Mediadores tienen uno de sus fuertes en la formación, eso lo saben aprovechar los corredores de seguros, que tienen obligación de gestionarse sus propios programas formativos de manera obligatoria, pero los agentes a veces no sienten esa necesidad porque se nutren de la información que les da su aseguradora. Únicamente de lo que la aseguradora quiere contarles.
En muchas ocasiones el agente de seguros está en una isla, el solo, y de vez en cuando le llegan víveres de la aseguradora para mantenerse. Pero el agente de seguros puede salir de su isla, acercarse al Colegio donde van otros náufragos y encontrar entre todos cuales son las necesidades comunes y luchar por ellas. Luchar de una manera coherente, pero con una institución de peso, como un Colegio, apoyando la causa.
Con la que está cayendo uno se pregunta por qué no hay colas en los Colegios de Mediadores de toda España para tramitar la colegiación, qué más tiene que pasar para que el agente de seguros reaccione y se asocie a otros iguales como el y se preocupe de sus derechos, de los que tienen y de los que deben conseguir. Hace años que debieron entender que es perder el tiempo protestar al comercial de la aseguradora, que estas conversaciones no llevan a conseguir nada. Que te escuchen y te sientas atendido no soluciona nada. Las soluciones se fraguan en otros momentos y en otros sitios, cuando se tiene la fuerza suficiente: en esas pocas asociaciones de agentes de compañía o en los Colegios, que si contaran con más representatividad serían mucho más escuchados. Y no solo me refiero en las aseguradoras, también en los órganos de control.
Hace casi treinta años había un programa de televisión, el mítico “La Bola de Cristal” que constantemente repetía frases sencillas y útiles como mantras, supongo que con el fin de inculcar algunas ideas útiles en los jóvenes de entonces. Recuerdo varias de esas frases, pero la que viene al caso es: “Solo no puedes, con amigos sí”.
Solo es muy difícil, y con la cantidad de problemas que atraviesa la mediación, incluso con amigos no es fácil. Pero la única salida es la que ya han visto los corredores cuando se han organizado, la única manera de unirse que tienen los agentes es organizarse en los Colegios de Mediadores, pero me pregunto a qué esperarán...
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