Cuando tratas con una empresa grande, como consumidor, la comunicación suele ser un tanto complicada y si encima es para reclamar solo recibirás cartas tipo con excusas varias.
A lo mejor ya habéis leído la respuesta que da Carrefour a uno de sus clientes que reclamaba un artículo en mal estado, con una de esas cartas tipo rechazaba la reclamación porque el artículo ya estaba abierto y le remitía al fabricante.
La cliente, andaluza, contesta pidiendo disculpas por petenecer a la raza humana y no tener capacidades adivinatorias, para haber conocido el error en el producto antes de abrirlo:
Sí Sr. Martínez, desgraciadamente pertenezco a la raza humana, por lo que espero comprenda que no hubiera logrado cumplir con uno de los requisitos para el cambio o devolución del armario que señala en su carta, siendo este “que el artículo tiene que venir en las mismas condiciones en las que fue vendido, viéndose este requisito incumplido por mi parte al tener el embalaje desprecintado”
Situaciones similares ocurren con aseguradoras a diario pero es sencillo solucionarlas, en vez de hablar con la aseguradora, dirígete a tu mediador de seguros. El mediador tipo tiene que solventar muchas menos incidencias que una aseguradora, por lo tanto es más difícil que se equivoque y tratará con más cuidado cada caso.
Recuerdo una novela de John Grisham en las que un abogado se las veía con una aseguradora y sus consecutivas excusas programadas ¿Quién se acuerda?
VIA| El Confidencial
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