Dejando de lado que esta tendencia al cambio del estilo de ingresos de la mediación será traumática sin remedio: ¿podríamos encontrar el lado positivo?
Yo llevo oyendo muchos años que la mediación va a dejar de tener influencia para distribuir ciertos productos, en concreto los que se están convirtiendo en falsos comodities: los seguros de automóvil. Y no sólo lo vengo oyendo, lo tengo asumido. Pero ¿y si hubiera una opción para aquellos mediadores que no quieren abandonar el ramo maldito?
Por supuesto la opción partiría de la entelequia de que las aseguradoras quisieran mantener a mediadores distribuyendo el producto... pero pongamos que las aseguradoras se les pasara por la cabeza la extraña idea de que los seguros de automóvil distribuidos por profesionales están mejor hechos, el cliente los entiende mejor, evitan reclamaciones, el asegurado se convierte en integral con más facilidad, y la tasa de rotación es mejor que con otro método de distribución... Ya se que es una utopía, pero vamos a hacer un poco de ensayo-ficción.
Resulta que los grupos aseguradores más importantes distribuyen sus seguros de automóvil a través de mediadores, hasta que deciden que se puede hacer más barato evitándolos: a través de call centers, y pronto llegarán métodos absolutamente impersonales, totalmente automatizados. Asumido esto como un hecho irrenunciable para las aseguradoras, podrían plantearse vender con el mismo coste, del mismo sistema pero a través del profesional. A través de un corredor de seguros. A la aseguradora le daría igual que la venta la haga un profesional formado, o un cajero del banco, cajero de los de meter la tarjeta para sacar dinero... y le daría igual porque tendría el mismo coste.
Sin embargo el corredor podría cobrar un honorario, no por entregar la póliza como el cajero la escupe, sino por el asesoramiento ofrecido y por el asesoramiento futuro. El consumidor podría elegir libremente hacer su seguro cara a la pared de una sucursal bancaria, o que le aconsejara un especialista y pagarle por el trabajo. Sería como quién se hace la declaración de la renta el solo, o quién la lleva a un profesional. Cada cual elige libremente.
La aseguradora vendería a bajo coste, como les gusta ahora, el consumidor podría elegir sabiendo que pagaría por un valor añadido claro, y el corredor que quiera podría distribuir seguros de automóvil con garantía.
Arrojado el guante, nos queda ver como las aseguradoras pasan por encima de él mirando hacia otro lado; porque al otro lado hay un cajero automático...
El tener un corredor o un profesional vendiendo seguros respecto a un cajero tiene una ventaja importante para la propia aseguradora..
ResponderEliminar-el lucro o el sucio money.
El cajero no entiende de incentivos,de echar un par de horas mas para obtener resultados,ni de un plan de futuro..tampoco busca al cliente,ni su empatia o comprension solamente"informa y dispensa"
En definitiva el profesional BUSCA(es activo)....quizas si les interese a las aseguradoras tener gente que por un precio busque y luche por esas polizas ademas del servicio extra que pueda aportar cada mediador,profesionale,etc..
Creo que se plantea mal la idea, en el mundo actual precisamente lo que ha cambiado es quien tiene el poder. Antes eran los proveedores, ellos proponian el producto, el canal, el precio, etc.
ResponderEliminarAhora el que manda es el cliente, él es el que escoje.
Por tanto, no se trata de que las compañías nos valoren más o menos, se trata de lo que valore el cliente.
En particular en autos, me parecío brutal la afirmación de Concepción Dancausa, Línea Directa, indicando que ya en estos momentos la distribución a través de call centers era cara, pues entonces no te cuento para nosotros.
Apreciados y fieles seguidores del blog.
ResponderEliminarNuestra plusvalía está ahí, en el conocimiento de la Ley de mediación, asumida y trampeada por todo tipo de triquiñuelas legales y presiones, que no vamos a exponer por ser de todos conocidas. En el conocimiento de los condicionados generales y particulares, en el acongojo que las compañías tienen en el momento en que les pones en un brete ante la D.G.S, En poder decir de una manera fundamentada SI, NO, NO ES SEGURO, Y O N O V O Y A H A C E R E S O P O R Q U E E S I L E G A L O A M O R A L.
Nuestro único futuro es acreditarnos como verdaderos conocedores del sector y cobrar por nuestros conocimientos y nuestra honestidad profesional y personal.
No es fácil, es más, es muy complicado. Pero lo es, no por la inconsciencia aseguradora postergada a los pies de los resultados empresariales o del oportunismo de un nutrido número de las tres personas integrantes en el aseguramiento (cliente-mediador-empresa asumptora de riesgos)o del acojonamiento general al cambio de tendencia en nuestro sector. Nuestro grave problema pasa por las venas, por nuestra sangre que hierve al sol español y se templa con una siesta veraniega y una cervecita.
¿Cuántos de vosotros tiene un 10, que digo un 10, un 5% de clientes con verdadera perspectiva aseguradora, con el deseo de preservar un bien, una actitud o una responsabilidad frente a terceros por un coste cierto?
Somos latinos, improvisamos, negociamos hasta con la vida de nuestros hijos (pero eso si, sin que se enteren los demás, que yo soy muy hombre y muy honrrao y eso está muy mal visto). Se jalea a quien se evita realizar un pago, se tiene por inteligente al tramposo que no pillan y por idiota al que han pillao. SOLO NOS ACORDAMOS DE SANTA BARBARA CUANDO LLUEVE y mientras tanto A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO.
Ya se que no estoy dando ninguna solución, que sólo atizo leña al fuego, pero es lo que hay.
Yo lo estoy intentando, pero lo estoy haciendo a la inversa. Me entero del problema y si quieres una solución, págame y te haré toda la reclamación por vía administrativa..., pondré a tu servicio los conocimientos que tengo y que si hubieses estado asegurado por un mediador profesional y consecuente te hubiese solucionado él. Ojo, siempre y cuando no me huela a intento de fraude, que por desgracia es muy frecuente y últimamente más.
Un abrazo